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Aunque los viajes pueden ser divertidos, según el Colegio de Psicólogos de Madrid también pueden exponer al viajero a peligros obvios y ocultos, que pueden provocar enfermedades o agravar problemas de salud ya existentes. La falta de sueño, combinada con el estrés, la deshidratación, el aumento de los niveles de esfuerzo, las tensiones musculoesqueléticas y el cambio de los sistemas de prestación de asistencia médica pueden afectar al viajero.

Sin embargo, algunos trastornos están causados por el proceso de traslado de un lugar a otro del mundo. Así pues, las cuatro afecciones más comunes causadas por los viajes son:

  •  Jet Lag: Los viajes de larga distancia en los que se cruzan varios husos horarios en poco tiempo pueden provocar lo que se conoce como jet lag, también llamado síndrome de cambio rápido de huso horario o desincronización. Este trastorno se debe a que el ritmo circadiano -el reloj interno, que está en sintonía con el ciclo día-noche en el lugar de partida- está desincronizado con el ciclo día-noche en el lugar de destino, con poco o ningún tiempo para adaptarse.El jet lag afecta sobre todo a los viajeros de avión debido a las mayores distancias y zonas horarias que se cubren en un tiempo relativamente corto. Los navegantes pueden tener algunas dificultades con esta condición si no se acomodan regularmente mientras viajan por el mundo.


  • Mareo por movimiento: La cinetosis -conocida comúnmente como mareo- es cualquier trastorno causado por el movimiento, como el mareo en el mar, el mareo en el aire o el mareo en el coche, según la definición del Diccionario Médico Ciclópeo de Taber. Es una dolencia común de los viajeros en barcos o aviones, en vehículos de motor e incluso al montar en animales como los caballos.La mayoría de las personas, incluidos los navegantes experimentados y los viajeros frecuentes en avión, han experimentado el mareo en algún momento. Todo lo que se necesita es un estímulo suficientemente fuerte, que puede variar mucho de una persona a otra. La mayoría de las personas se aclimatan -o "recuperan las piernas del mar"- con el tiempo, pero el proceso puede durar hasta dos o tres días.


  • Trombosis venosa profunda: La trombosis venosa profunda (TVP) es una afección aguda en la que se forma un coágulo de sangre (también conocido como trombo) en una o más venas profundas del cuerpo, normalmente en las piernas. Estos coágulos sanguíneos pueden desprenderse, desplazarse por el torrente sanguíneo y provocar afecciones potencialmente mortales, como una embolia pulmonar, un coágulo sanguíneo que se aloja en los pulmones. La obstrucción puede ser lo suficientemente grande como para reducir la capacidad del corazón de hacer circular la sangre hacia los pulmones, perjudicando funciones vitales como la eliminación de dióxido de carbono y el suministro de oxígeno.


  • Mal de altura: Viajar a grandes alturas expone a las personas a un aire cada vez más enrarecido y a una cantidad de oxígeno cada vez menor, lo que da lugar a una disminución de los niveles de oxígeno en la sangre, que puede provocar un deterioro del rendimiento físico y mental. La respuesta a las alturas varía, pero la mayoría de las personas pueden funcionar normalmente a alturas de hasta 2.438 metros sobre el nivel del mar. A alturas superiores, el déficit de oxígeno puede empezar a causar una condición conocida como mal agudo de montaña (MAM). A alturas superiores a los 3.048 metros, el 75% de las personas experimentan al menos síntomas leves de MAM.