La comida que sirven en este restaurante es casera y muy rica. Se nota que está hecha con mucho cariño y destaco especialmente las carrilleras, que son las mejores que he comido nunca.

Sí, definitivamente creo que este restaurante tiene potencial para seguir abierto durante muchos años más. La calidad de la comida y el buen hacer que demuestran aseguran que puedan cumplir otros 100 años abiertos.

La transformación de este negocio en un bar alemán me parece genial. Ahora se puede degustar toda la gastronomía original de Alemania y el trato sigue siendo excepcional. El dueño, Mario, hace que te sientas como en tu propia casa.

Sí, definitivamente recomendaría este restaurante. La atención es muy buena y todo está genial. Es un lugar donde se puede disfrutar de Comida casera y de momentos agradables.