La comida es exquisita y creativa, con una fusión innovadora de sabores que rinden homenaje a la cocina tradicional española, incorporando al mismo tiempo influencias globales. Cada plato es una obra de arte, tanto visual como gustativamente, y el menú es un viaje encantador a través de combinaciones inesperadas y artesanía culinaria creativa.

El servicio es amable, atento, servicial y rápido. El personal tiene un gran conocimiento y pasión por la comida que sirven, y estarán encantados de guiarle a través del menú y recomendar maridajes de vinos que complementen los platos a la perfección.

La experiencia general en este restaurante es inolvidable. No es solo un lugar para comer, sino una experiencia que trasciende lo ordinario. La atención al detalle en cada aspecto, desde la presentación hasta los sabores, es incomparable.

Sí, el restaurante es adecuado para niños. Se observó a una mamá con un bebé en su cochecito y una niña de unos 8 años, y todo fue genial.